La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es la alergia más común en bebés menores de un año.
Lo habitual es que aparezca al ofrecer biberones de leche artificial o al iniciar la alimentación complementaria con algún lácteo, pero en ocasiones podemos encontrar bebés que toman lactancia materna exclusiva y presentan síntomas.
Al ser una alergia con una sintomatología muy variable, a veces es complicado encontrar un diagnóstico y por eso es tan importante que se haga por personal sanitario cualificado (pediatra o alergólogo). Si el bebé toma pecho y tiene sintomatología, la mejor opción es mantener la lactancia materna con dieta exenta de lácteos por parte de la madre.
En algunos bebés especialmente sensibles, la madre debe estar especialmente atenta a leer las etiquetas para no tomar nada con trazas de leche y en otros casos, con eliminar los lácteos es suficiente (sin quitar trazas).
En el caso de que el niño necesite tomar leche artificial, por ejemplo como suplemento, si tiene APLV se recomienda que tome leche hidrolizada.
Y recuerda que siempre debes consultar con tu médico ante cualquier duda de salud.
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