EL RECHAZO DEL PECHO.

Hay muchos motivos por los que una mamá puede pensar que su bebé rechaza el pecho.

Hay circunstancias en las que los bebés se muestran irritables en el pecho, lloran, se apartan, se pelean, mueven la cabeza como si dijera que no o dejan de matar de rente.

Las mamás se angustian y lo pueden interpretar como un rechazo o que no quieren.

Crisis de crecimiento, enfermedades, dolor, huelgas de pecho…

Todo tiene un motivo y una forma de abordarlo porque los bebés no rechazan el pecho.

En algunos de estos casos darse un baño templado con ellos puede solucionarlo.