Hay quien las ama y hay quien las odia.
Es cierto que a veces suponen un problema de lactancia porque una vez comienzas a usarlas, es complicado eliminarlas.
Además, son una barrera entre la boca del bebé y el pecho y esto, quieras que no, afecta: más gases, menos estimulación del pecho, etc.
Sin embargo, a muchas mujeres les ha salvado en una situación en la que no sabían qué hacer. Y esto siempre será positivo, porque mejor una lactancia con pezonera que un destete.
Hay situaciones en las que pueden ayudar:
✅️ Pezones planos o invertidos, especialmente en el postparto: ya sabemos que un bebé puede mamar de un pezón plano, pero en ocasiones, una madre recién parida con pezones planos que recibe el mensaje de que no podra amamantar, se puede beneficiar del uso de las pezoneras.
✅️ Bebés con anquiloglosia o retrognatia
✅️ Problemas de agarre que no mejoran con otras técnicas
✅️ Succión débil, desorganizada o disfuncional
Por todo esto, a nuestras alumnas les enseñamos que es mejor probar otras estrategias antes de sugerir las pezoneras, pero si son necesarias se pueden recomendar. Asimismo esta recomendación debe ir acompañada con un plan de retirada.
Si deseas aprender mucho más a fondo, todo sobre pezoneras y sobre muchos otros temas de lactancia ¡entra en nuestra formación de asesoras de lactancia materna!